Gila

(1919- 2001)

ALÓ…, HABLA GILA Durante la guerra civil en España se alistó en 1936 como voluntario republicano. Según él mismo cuenta, fue puesto frente a un pelotón de ejecución y logró salir con vida pues los fusileros estaban borrachos. Hay testimonios de que estos hechos fueron inventados para adornar su biografía, pero no cabe duda que […]

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ALÓ…, HABLA GILA

Durante la guerra civil en España se alistó en 1936 como voluntario republicano. Según él mismo cuenta, fue puesto frente a un pelotón de ejecución y logró salir con vida pues los fusileros estaban borrachos. Hay testimonios de que estos hechos fueron inventados para adornar su biografía, pero no cabe duda que influyeron en el contenido de las rutinas de guerra que lo hicieron posteriormente famoso.

Fue al servicio militar y después de la guerra comenzó a trabajar como humorista gráfico. En 1951 actuó con éxito en el teatro de Fontalba, Madrid, con un monólogo sobre su experiencia como voluntario en una guerra. En la década del 50 trabajó en radio.

En 1962 se radica en Argentina donde inaugura su compañía de teatro y actúa en televisión. Hizo giras por toda Latinoamérica y desde 1977 actuó también en España.

Gila incursionó en la publicidad haciendo comerciales de televisión y actuó en más de una docena de películas. Recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, el Premio Internacional de Humor Gat Perich y la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona entre otras distinciones. Se hizo inmensamente popular haciendo reír a través de sus diálogos figurados al teléfono —en realidad, monólogos—, cuyo costumbrismo ingenuo bordeaba el surrealismo. En sus fingidas llamadas telefónicas, tenía una muletilla que se ha hecho famosa: «Que se ponga»